martes, 28 de febrero de 2017



                                                        REFLEXIÓN DE DESPEDIDA
          Como siempre se ha dicho, Morir es ley de vida, y mi vida se aproxima a su fin. Mi cuerpo se transformará, en agua, calcio y distintos minerales. Mi espíritu se apartará de él quedando libre y es posible que viaje por el universo a una velocidad desconocida.  Es posible que se cruce con infinidad de espíritus, y ya  libre pueda ver a Jesús, a Jesús de Nazaret, a Alá o a tantos dioses de nuestra tierra, quizás unidos en uno mismo.
          Dios es bueno y nunca quiere que en su nombre se puedan hacer malas acciones o malas interpretaciones de la fe. Si así fuera, comprendería los límites del universo y todo sería de otra manera: ni abajo ni arriba, ni luz ni sombras, ni ricos ni pobres, ni dónde empieza ni dónde termina este espacio tamizado de infinidad de estrellas.
          Mi espíritu podría seguir añorando y disfrutando de mi paso material por la tierra, donde tánto he admirado a la madre Naturaleza. Si todo fuera así, os digo que estaría con vosotros y con nuestra virgen de Fátima, por lo menos el día de su fiesta, y os agradecería  que siguiérais manteniendo esta tradición tan  bonita. Quizás lo estaré  contemplando desde cualquier rincón o por lo alto de las encinas, llorando de emoción con lágrimas secas, lágrimas de otro mundo.
          La palabra universo suena a misterio, a algo que está ahí y que no sabemos dónde empieza ni dónde termina, mas es posible que el espíritu resistente al fuego, a la gravedad y a todas las fuerzas materiales nos diga algo, algo que en este estado inmaterial  no podamos revelar. 
          Dicen que las cosas no se hacen solas y esto me hace reflexionar sobre si puede existir algo tan inmenso como el universo sin que haya detrás un ser superior que lo haga posible.
          A tí, joven que te aburres y no sabes qué hacer, te diría que tenemos un mundo lleno sorpresas, muy digno de conocer, y  te pondría unos cuantos ejemplos: cómo viven las hormigas o las abejas, animales que recuperan sus miembros perdidos, animales que se transforman de gusanos repelentes en preciosas mariposas...
          Quiero que no te deprimas, que hay muchas cosas interesantes que hacer, y que te ayudarán a vivir con más alegría. La alegría, si la buscas, la encuentras, y no es necesario comprarla.


                                                                                                    J. Padilla Valdivieso
                                                      15-02- 2017